Una buena historia parte de un buen planteamiento, pero si este es su mayor atractivo lo que podría haber sido algo interesante llega a dejar un mal sabor de boca que solo puede quitar el olvido. Beck es un anime que gira en torno a la música rock, la cual es omnipresente tanto en el contexto general como en los más pequeños detalles. Sin embargo, y pese a mi afición personal a este género, no es por la música por lo que recordaré a Beck, sino por el retrato tan realista que se hace de un adolescente y su evolución a nivel personal gracias a su afición a la música.
Quiso el azar que un estudiante de instituto normal y corriente, Koyuki, se tropezara un día con un perro de lo más particular cuyo dueño resulta ser un joven guitarrista miembro de una banda de rock. Así empieza la historia de Koyuki, de cómo poco a poco va quedando atrapado en este mundillo llegando incluso a entrar en una banda. Los miembros de Beck (nombre del grupo en cuestión) ejemplifican todo lo que la serie quiere transmitir: tanto en cuanto a valores como la amistad y la dedicación como en cuanto a influencias musicales. Tenemos a un talentoso bajista con el pelo de un color de lo más llamativo así como tendencia a tocar ligero de ropa (me recuerda a cierto bajista de los RHCP) y un vocalista rapero y con un peinado que recuerda en cierta manera a Zach de la Rocha. Por otra parte el guitarrista, Ryusuke, y su guitarra Lucille (nombre de la guitarra de B.B King que además tiene una historia análoga a la de la serie) interpretan cierto solo en directo imitando a Tom Morello.
Además del grupo existen infinidad de guiños a las figuras más representativas del rock, desde un loro llamado Page a un sueño en el que vemos a personajes como Kurt Cobain o Jimmy Hendrix recoger la basura tras un concierto.
Sin duda el aspecto más cuidado en Beck es la progresión. Acompañamos a nuestro protagonista desde las exhaustivas prácticas con la guitarra hasta los escenarios, pasando por los problemas típicos de la adolescencia, su primera vez tocando en un grupo e infinidad de nuevas experiencias que por lo bien introducidas y secuenciadas proveen al argumento de un realismo que facilita empatizar con los personajes.
En cuanto a la animación, diría que los personajes son muy simples y el movimiento es todo menos fluido, también es verdad que tiene 11 años pero ya en esa época había series como Samurai Champloo. Recurre al 3D cuando se tocan los instrumentos, etc. lo cual no es extraño en absoluto, pero, por la simpleza de la animación, el contraste no es tan exagerado como en otros casos.
Por ultimo, pero no menos importante, el audio. Un aspecto curioso de la serie es que no cuenta con más banda sonora que las canciones que tocan los propios personajes de la serie. La banda a cargo de la misma encaja a la perfección con la idea del grupo, logrando una mezcla muy lograda de Rap Metal con toques de Funk y Hard Rock cargada de potentes solos y algunas de las líneas de bajo más pegadizas que haya escuchado. Tanto al opening, "Hit in the USA" de Beat Crusaders, como a los temas de cierre, "My World Down" y "Moon on The Water", cumplen su papel pues mantienen la atmósfera de Beck episodio tras episodio.
También, pese a que se sale de la tónica habitual, faltaría hablar del idioma. Casi por norma considero mejor la versión original sobre cualquier tipo de doblaje, Beck no es la excepción pero el uso recurrente del inglés mal pronunciado o engrish (como les gusta llamarlo a los angloparlantes) puede en ocasiones estropear en parte la atmósfera. Por ello, y como caso excepcional, recomendaría a aquellos con un buen nivel de inglés que consideren ver la serie doblada.
Concluyendo: lleno de fallos y previsible a la vez que original y ambicioso, Beck puede no ser espectacular y tal vez solo llegue a gustar a un público muy objetivo pero no dejaría de darle una oportunidad. Para aquellos que busquen otro anime de temática musical les recomiendo Nodame Cantabile, el cual nos introduce en el mundo de la música clásica con la premisa de un romance unilateral.
Esta es la primera serie anime que publicamos, cuyos orígenes están en las novelas ligeras. Y es precisamente la novela ligera de Shiden Kanzaki de la cual vamos a hablar hoy después de tanto tiempo y a petición de un suscriptor.
Sí, hablamos de Black Bullet (el anime), el cual ha sido dirigido por el estudio Kinema Citrus, también encargado de series tales como Barakamon, Tokyo Magnitude 8.0 o Code: Breaker y que fue lanzado en la temporada de primavera del año pasado, contando con un total de 13 capítulos, capítulos que aunque pocos, dependiendo desde que perspectiva los analices, puede dar mucho de que hablar o mas bien poco.
La historia se sitúa en un futuro mas bien cercano, 2021 para ser exactos, en donde la humanidad está siendo aniquilada por lo que ellos llaman Gastrea, una especie de virus-parásito que es mortal en los humanos y que por extraños motivos es capaz de implantarse en algunas niñas antes de que nazcan, dotándolas de habilidades sobrehumanas. Los humanos ha sido capaces de sobrevivir gracias a la protección de unos gigantescos muros situados al rededor de las pocas ciudades que quedan, pero estos no actúan como una muralla o algo parecido, sino que son un tipo de repelente hechos de un material especial; el varanium. Pero, con esto no les es suficiente, y son estas niñas las encargadas de defender la ciudad internamente en compañía de un agente, que se encarga de ellas. Este es precisamente el papel de nuestros protagonistas, una "loli" de pelo naranja y un chico de secundaria que luchan para salvarse a si mismos y para salvar la ciudad, pero pronto descubrirán que el gobierno de la ciudad esconde unos cuantos secretos.
La historia en sí es arriesgada, refiriendome a como moldea todos los clichés y los conceptos mas conocidos del género apocalíptico, es decir, no ofrece conceptos e ideas nuevas pero lo que ofrece, lo hace a su manera, una un tanto particular, que no buena. Digo esto principalmente porque aunque la trama sigue una linea general, los detalles de esta muchas veces no siguen un patrón lógico y si lo hacen, nos dejan con una cara de "What the f*ck?! Me lo creo y ya está."
Por un lado tenemos a las ya mencionadas niñas o lolis, algo que según he visto a la mayoría de la gente le encanta, es una de las cosas que mas me llegó a irritar de la serie. Al parecer los Gastrea infectan a las niñas cuando aún no han nacido, y respecto a esto desde que empecé a ver la serie me hice dos preguntas: ¿como las infectan? y ¿porqué solo a niñas?
Está claro que el fenómeno "lolicon" ha hecho de las suyas y este anime se lo tomó muy enserio... Es un recurso del que abusan porque, a mi criterio, la serie tiene potencial y utilizar este tipo de personajes de la forma en la que los usan, le quita puntos. Gracias a estos personajes, la serie presenta bastantes situaciones innecesarias que podríamos calificar de relleno pero este no es el caso y es por eso que las menciono. La intención de estos es la de conmover al espectador y crear de alguna forma lazos entre estos y las ya mencionadas lolis.
Otro observación a destacar es la estructura de la historia. En este sentido se puede decir que la historia es un lavado de cara de otra cuyo éxito ha sido rotundo (SNK). Existen muchas similitudes entre una y otra, pero algo que Black Bullet no supó hacer fue dotar de personalidad a los Gastrea. Aunque son unos enemigos formidables, y son fundamentales en la trama de la historia, no consiguen acaparar el título de "cazador de humanos" y tampoco dan la impresión de bestias come hombres que deberían, pero que sí les dan en la serie. Los enemigos reales son otros y no los que deberían ser, aunque estos últimos desarrollan de buena manera su papel.
Debo mencionar que los directores y productores de la serie se dejaron el desarrollo de calidad para el final de la serie, algo que deberían haber aplicado en todos los capítulos. Digo esto porque los últimos capítulos son los mas interesantes (y casi casi los únicos), sobre todo cuando un personaje principal le da la vuelta a la tortilla de forma inesperada e impactante.
En cuanto a los personajes, decir que tienen de todo un poco. Personajes excelentes, buenos, malos y pésimos.
En primer lugar tenemos a la loli protagonista, y es que no podía faltar. Es una niña maldita, con habilidades sobre humanas y con un pasado de bullying y discriminación por su condición de maldita. Aunque al principio era reacia a confiar en las personas, al final termina siendo una niña de lo mas sociable, tanto que hasta se enamora de su agente, Rentarou... Su personalidad es única en la serie. Podría decir que es la única loli que me ha gustado en la serie. Es una niña noble, sencilla, amable, sociable, alegre, y picara. Todos estos atributos los sabe desarrollar bastante bien y sin caer en excesos. A pesar de todo esto, su papel en la serie no es del todo claro,y es que, aunque es la protagonista, rara vez la veremos actuar como tal y mas bien estará siempre como arma de Rentarou y generadora de sentimientos en él, pero nada mas allá.
Nuestro siguiente personaje es Rentarou. Su personalidad está basada en un cliché muy común: se trata de un joven en cuya infancia ha sufrido de algunos traumas psicológicos y físicos relacionados con sus seres queridos y con el enemigo, en este caso, los Gastrea y es que sus padres fueron asesinados por uno de estos cuando era un crío. Además, protegiendo a otro ser querido perdió partes de su cuerpo, partes que fueron reemplazadas por varanium. En este caso, su personalidad es de tipo bueno, ya que no posee un deseo intenso de venganza, solo proteger de nuevo a lo que mas quiere, su compañera loli y otra más. Destaca por tener esa personalidad de héroe que no sabe que lo es, pero nada mas.
Por último tenemos a Kisara, la culpable de que Rentarou sea casi de metal. Entre ellos dos hay sentimientos encontrados, pero siempre que hay un acercamiento entre ellos aparece una tercera persona (sí, una loli de pelo naranja). Kisara es una medio tsundere, y debido a lo que siente por él, siempre actúa de una forma mas bien impulsiva y a veces graciosa. Al contrario que Rentarou, ella posee un deseo de venganza realmente fuerte, aunque este no se manifiesta verdaderamente hasta el final de la serie.
Llega mi parte favorita, la animación. En cuanto a esta, puede que sea lo mas destacable, pero aún así se queda algo floja, que no mala, en cuanto a animes estrenados el mismo año. Por una parte, su nivel de detalles está por encima de lo normal, si somos capaces de fijarnos en toda la pantalla y no solo en el centro de esta los notaremos, aún así tampoco estamos ante una obra visual en este aspecto. La paleta de colores está bastante bien implementada. Utilizan colores oscuros en las batallas y los momentos de tensión y en los momentos sentimentales aparecen colores mas cálidos. El aspecto de contrastes y sombras está bastante cuidado y esto ayuda a tener una sensación mas realista de la profundidad de los escenarios. Lo menos destacable son los personajes, y no digo que estén mal diseñados pero, quizás desde otro punto de vista, se adaptarían mejor a lo que esta serie puede dar de si. Al igual que los personajes, los dichosos Gastrea nacieron sin mucha planificación y por un intento de hacerlos parecer parásitos, resultaron ser casi insectos en la mayoría de los casos.
Por último nos encontramos con la banda sonora u OST, y sinceramente, carece casi por completo de esta. Una lástima, ya que cuenta con situaciones con mucho potencial para ser combinadas con trepidantes piezas que nos envuelvan, pero en BlackBullet eso no ocurre. Prácticamente se limitan a agregar cantos gregorianos y poco mas. En las canciones de cierre y apertura, en opinión personal, me quedo con el ending.
En resumen, Black Bullet no es una serie muy original y tampoco es innovadora, a excepción de la intrusión de las comentadas niñas malditas, sin embargo tiene sus momentos. Al menos no es lenta y siempre tiene acción que ofrecer, y mas allá del inesperado y sorpresivo final, no tiene mas que darnos, pero no porque no pueda, sino por decisión de los propios directores. Solo la recomiendo si os gustan las lolis, y la acción continua.